Finca rústica de 74 hectáreas de superficie situada en el bajo Alentejo de Portugal. Las localidades portuguesas más próximas a esta propiedad son Mourão y Amareleja. Finca con acceso desde carretera. Se encuentra perimetrada y cercada interiormente con malla ganadera. El terreno ofrece la siguiente distribución:
- 1.5 de viñedo en espaldera de uva negra.
- 5 hectáreas de olivos manzanillos.
- 12 hectáreas de muy buena tierra de trabajo para plantar olivos intensivos o superintensivos.
- 55 hectáreas de dehesa.
Recursos hídricos
La finca es muy abundante de agua, pues se encuentra a la orilla del embalse de Alqueva y tiene además tres sondeos propios declarados y aforados.
Edificaciones
– Cortijo principal de 200 metros con salón rústico, 4 habitaciones, cocina y dos baños.
– Dos casas de 100 m2 con dos habitaciones cada una, cocina y baño.
La finca esta conectada a la red eléctrica; pero también cuenta con instalación solar en el cortijo principal.
Instalaciones ganaderas:
– Una nave cerdos.
– Cuadras para caballos.
– Cobertizo.
– Gallinero.
Valoración
Es una bonita finca rústica de recreo que ofrece al mismo tiempo un aprovechamiento agrícola y ganadero. Como finca de ocio y descanso reúne todas los requisitos que se pueden exigir a una propiedad de este tipo. En primer lugar, ocupa un enclave privilegiado pues, además de contar con acceso desde carretera, linda un kilómetro y medio con el gran lago de Alqueva, el mayor embalse de Europa Occidental sobre el que, desde la finca, se contempla un formidable vista panorámica. La casa tiene tres casas de campo habitables. El cortijo o monte principal es una construcción en una sola planta del estilo arquitectónico característico de esta zona rural de Portugal. Lo más destacable del mismo es su amplísimo salón de estilo rústico con chimenea; el lugar ideal para reuniones y celebraciones familiares. La finca tiene además dos casas de campo de 100 m2 cada una que se pueden disfrutar también en familia o, si se prefiere, se pueden alquilar los fines de semana o períodos vacacionales.
La dehesa de la finca, unas 50 hectáreas, cuenta con dos partes diferenciadas; una primera con arboleda espesa y árboles sanos y robustos y otra más clara, pero de buen pastizal.
Por último, la finca tiene una zona eminentemente agrícola de tierra excelente para la plantación de olivar o viñedo. En este momento, la propiedad cuenta con una marca propia de vinos.
En definitiva, el terreno combina los diferentes paisajes del campo alentejano. Dehesa de encinas donde pastan cerdos ibéricos (pretos) y vacadas mertolengas, con olivares y viñedos que brillan en la llanura. Mención especial merecen los pueblos y pedanías (freguesías) del ámbito rural de la finca. Son pueblos pintorescos de calles claras y casas jalbeadas de tejados rojos donde todos sus habitantes se conocen y acogen con hospitalidad al visitante.